El director alemán de origen turco, Fatih Akin, nos sorprende en su último trabajo Soul Kitchen, al abandonar el registro al que nos tenía acostumbrados en films como Al otro lado (Auf der anderen Seite, 2007), para presentarnos una comedia localizada en su ciudad natal, Hamburgo, en la que cuenta la alocada vida del dueño de un peculiar restaurante y los personajes que le rodean.
La película fue galardonada con el premio especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de Venecia, el pasado 2009 y nos narra la historia de Zinos (Adam Bousdoukos), un gerente de un restaurante en horas bajas. Su novia Nadine (Pheline Roggan) se ha mudado a Shangai y sus clientes están boicoteando al nuevo chef. Para colmo, su disparatado hermano Illias (Moritz Bleibtreu) consigue un permiso para salir a determinadas horas de la cárcel, lo que derivará en más problemas y, además, Zinos debe enfrentarse a los especuladores inmobiliarios que pretenden derribar su negocio para construir viviendas.
En el último trabajo del director alemán nos encontramos con una disparatada historia, plagada de enredos, malentendidos, de humor, que hace que nos olvidemos de sus anteriores trabajos, ya que Akin suele centrarse en dramas. Simplemente te tienes que situar en la posición del gerente de un restaurante especializado en fritos, con problemas con la higiene, que intenta cambiar de imagen y buscar el éxito gracias a la ayuda de un chef con un carácter especial, pero al que cada vez que hace algo bien, le surgen múltiples problemas, de los que intenta salir buscando un nuevo gerente.
El film se centra en la búsqueda de esa persona que lleve el restaurante, ahora que tiene éxito, gracias a la ayuda de su hermano con la música, algo que destaca en la película, una música que hace que los personajes se adapten a los lugares, a las situaciones que surgen. Comienza de forma disparatada y, a medida que avanza la historia, los protagonistas, con grandes interpretaciones (sobre todo el personaje principal sobre el que gira toda la narración, Zinos) se van complementando, logrando una armonía que hace que el espectador se introduzca en el film, que les dé lástima o se emocione con lo que les ocurre...
Fatih Akin ha logrado reunir a un buen grupo de actores, acostumbrados a la comedia y que han logrado llegar al público, sin necesidad de realizar gags exagerados, fuera de lugar (como en muchas comedias actuales, que sólo buscan la risa fácil), sino, al contrario, consiguiendo la sonrisa del espectador con un buen guión, que va llevando la historia por momentos en los que no tienes más remedio que reír y, otros, en los que te da lástima el protagonista. Humaniza a los personajes y sus vidas y, además, de telón de fondo podemos observar el estilo del director en los lugares en los que se mueve la historia, el descontrol en Hamburgo: prostitución, delincuencia, inmigración, temas a los que sí nos tienen acostumbrados sus anteriores trabajos.
Durante la proyección se puede apreciar que, a medida que avanza el film, concretamente hacia el final, va perdiendo fuerza esa chispa que tenía al principio. También, que Akin intenta resolver la historia de una forma rápida y predecible, algo que encuentro negativo, pero que es lícito, por supuesto.
Soul Kitchen es un film entretenido, que te hace reír, te ayuda a desconectar de tu rutina y, aunque el final sea algo predecible, no te la deberías perder, ya que lo salva su originalidad, el gran reparto, su música y esa esperanza que inunda la película, porque Zinos centra su vida en busca del alma que lo salve y le ayude a recuperar, para seguir hacia adelante en su vida.
Festival de Venecia, 2009. Premio especial de Jurado y Premio Cine Joven.
Ficha técnica:
Soul Kitchen, Alemania, 2009
Dirección: Fatih Akin
Producción: Fatih Akin, Ann-Kristin Homann, Jeanette Würl
Guión: Fatih Akin, Adam Bousdoukos
Fotografía: Rainer Klausmann
Montaje: Andrew Bird
Interpretación: Adam Bousdoukos, Moritz Bleibtreu, Birol Ünel, Anna Bederke, Pheline Roggan, Lukas Gregorowicz