El arte urbano es, por naturaleza, transgresor, ilegal y subversivo. Surgió como una continuación y evolución de lo que en su momento fue el graffitti -manifestación que sigue visible y vigente en muchos lugares-. Sin embargo este Street Art se ha visto plasmado en infinidad de países del mundo y es visto, ya no como una actividad delictiva al cien por ciento, sino que ahora es incluso considerado una obra artística de valor estético y económico.
Así, este arte se ha ido incorporando a la forma de vida diaria, volviéndose un objeto decorativo del paisaje urbano y, en ocasiones, de mansiones y salas de exhibición. Es ahora un objeto de colección y una muestra plástica de la realidad que vivimos. Sus creadores (si bien aún son delincuentes para la ley), para otras esferas son artistas que deben ser reconocidos y retribuidos por sus dones y cualidades.
Banksy es uno de los mejores y más importantes representantes del arte urbano en la escena internacional; es un reconocido artista que ha sido capaz de llegar a donde ningún otro ha llegado. Nadie lo conoce y ha logrado impactar mediáticamente en los lugares más extraños y con las acciones más punzantes, pasando los límites de las paredes mismas y adquiriendo un sello y marca personales.
Pese a la penumbra y a la clandestinidad de estos artistas, un hombre, Thierry Guetta, logró capturar -por años- la vida y obra de muchos de ellos en los Estados Unidos, hasta que un día llegó a las ligas mayores, registrando las actividades del mismo Banksy, al punto de no ser sólo un testigo, sino un apoyo y colaborador.
Este francés, dueño de una tienda de ropa y poseedor de una cámara de video que se volvió su más profunda pasión, comenó a apuntar su lente y fuerzas a seguir a todos los artistas del país, con el pretexto de la realización de un documental único en su género, cuyo fundamento serían los cientos de horas de grabación que tenía registrados acerca de la creación de cada una de estas efímeras obras.
Exit through the gift shop se apunta primero como una exploración de esta manifestación artística y de la manera en la que sus participantes han ido encontrando su camino en la penumbra y a hurtadillas, produciendo y exhibiendo su arte con el único fin de declararle la guerra al sistema.
Poco a poco, a través de entrevistas, testimoniales y un material videográfico excepcional, se irá desarrollando la historia de cómo fue surgiendo este movimiento, hasta que el documental da un giro inesperado y se transforma en una biografía de la persona menos esperada.
Banksy hace sus pininos con esta magnífica -y ha declarado será su única- Opera Prima, a la que ha decidido darle un poco de su talento por dos razones principales: 1) porque el material recabado por Guetta es poco más que abrumador y único, y 2) porque encontró en su camarógrafo (Thierry) un mejor tema del cual hablar, haciendo de este trabajo documental una obra transgresora en sí misma, que desafía las "reglas" de la temática y la narrativa.
El vendedor de ropa francés se volverá, en algún punto, no sólo un testigo y espectador del arte urbano, sino un artista en sí mismo. Uno que habrá aprendido tan sólo de ver y que se adueñará de una profesión de la que quizá no siente una pasión real, sino una necesidad reflejo de las horas que le ha dedicado, a través de la lente. Guetta se transforma en el afamado Mr. Brainwash, que ha dejado su propia huella en la historia del arte urbano.
Definitivamente, Banksy es un genio que no sólo domina sus terrenos plásticos, sino que ha logrado llevar a cabo un documental que pasará a la historia, no sólo por su calidad, su originalidad y su temática, sino también por su línea argumental, que evoluciona y se traslada de un lado de la moneda al otro de manera plausible, porque lo ha hecho con un decoro y una maestría singulares.
El largometraje primero nos educa respecto al arte, nos interesa, nos enamora, nos permite entrar en terrenos donde -antes- pocos habían entrado. Luego, nos involucra con la pasión de los artistas y, una vez que nos tiene ahí, nos lleva de la mano hasta sutilmente lograr que nos preguntemos en qué momento cambiamos nuestra atención al sujeto "bonachón" de la cámara. Llegará incluso el punto en el que nos irritará su presencia y nos reiremos afanosamente de sus aventuras, desgracias y ocurrencias.
Sin duda, uno de los mejores documentales que he visto en mucho tiempo. Cumple con todos los requisitos, pero además, posee la gran ventaja de ofrecer material inédito único en su tipo, y que pasará a la historia como -quizá- el único registro fehaciente y real de lo que es la labor del artista urbano.
Banksy nos llevará de la risa hilarante al estrés compartido y nos paseará por muchas partes del mundo, presentándonos a diversos artistas de su talla, que viven su rutina con la finalidad de expresar sus ideas, a través de los stencils y otros formatos. El inglés ha logrado cruzar las fronteras de lo conocido para extender su arte al campo cinematográfico, con una fuerza y un éxito seguro del que muy pocos pueden jactarse.
Festival de San Sebastián 2010. Zabaltegui Perlas.
Festival de Sundance 2010. Spotlight. World Premiere Documentary.
Ficha técnica:
Exit through the gift shop , EUA-Reino Unido, 2010
Dirección: Banksy
Producción: Holly Cushing, Jaimie D’Cruz, James Gay-Rees
Montaje: Tom Fulford, Chris King
Música: Roni Size