Pese a que Pixar se ha consagrado como la casa de animación más importante del mundo, por su innovación, sus producciones y por ser punta de lanza, los demás estudios no se han quedado atrás y han ido demostrando que su capacidad técnica y artística es igual o -a veces- mejor. Así 20th Century Fox, después de su exitosa saga de La edad del hielo (aka La era del hielo, Ice Age, 2002), este año presenta su nueva producción con sabor latino, candor y un colorido fabuloso: Río.
Río no sólo es una película de animación en 3D, como las que se ven ahora con tanta frecuencia, sino que además es musical. De éstas aún hay muy pocas. La animación musical tuvo su cumbre en la casa Disney a principios de los noventa con todos sus éxitos a cargo de Tim Rice, Elton John, Alan Menken y otros. Sin embargo, ya en los nuevos formatos de animación, pocas son las películas que han optado por incorporar canciones a sus producciones. Enredados fue una de ellas, pero ahora Río presenta una colección musical de ritmos brasileros y cautivantes.
Su banda sonora es inigualable, por supuesto, en parte por la naturaleza de los ritmos brasileros como la samba (que está muy presente en toda la cinta) y el bossa nova. Cabe mencionar que la producción musical estuvo bajo la supervisión de Sergio Mendes, que resulta una garantía en la industria actual del país carioca. Aunado a esto, la inserción de las canciones dentro de la historia ha sido en la dosis perfecta para todo público.
Esta fiesta de música y color estuvo a cargo de Carlos Saldanha, originario de Brasil y responsable de la dirección de Ice Age 2: el deshielo y Ice Age 3: el origen de los dinosaurios, quien regala a la audiencia noventa minutos de una historia que se denota muy personal, ya que se desarrolla en Río de Janeiro, en la fiesta más importante del año: el Carnaval.
Entre animales exóticos, aves coloridas, especies en extinción, baile y ritmo, se narra la historia de una guacamaya azul llamada Blu, que resulta ser el último macho de su clase. Éste, por cuestiones del destino, lleva una vida doméstica casi del otro lado del mundo, que cambiará radicalmente de un día para otro al emprender un viaje que nunca se imaginó: el de regreso a sus raíces.
Río es una película divertida, con situaciones cómicas -a veces exageradas- al por mayor, y sobre todo con personajes de características muy específicas y con cualidades humanas, lo que le da un toque personal y empático. Por ello, es fácil entrar en el mundo de la selva de Brasil. Tal vez porque tiene una fibra latina sea más sencillo hacer una conexión emocional, o simplemente porque su manufactura es muy delicada y detallada.
Su animación es fina y llena de minucias que vuelven fascinante a cada una de las aves que se han reproducido en la pantalla grande. Los escenarios lucen dentro de los rangos de la animación muy reales y conservan la magia que siempre ha transmitido el país del Sur. Se pueden apreciar unas hermosas vistas de Río, la Bahía, sus playas, las luces nocturnas, el Corcovado, su vida cotidiana y el carnaval. Pero incluso se percibe el contraste con sus favelas, que representa el otro lado, aquel que está restringido y limitado.
El diseño de producción es una de las cualidades más fuertes de esta película. Se muestra el país brasileiro y su selva de la manera justa para este tipo de película. Se retrata la esencia de lo que transmite el país y su carnaval, a través de la selva, sus animales, sus colores, formas, y ritmos. Es como si Saldanha hubiera encontrado el paralelo perfecto de su sociedad a través de las aves, y todavía hace una analogía idónea casi al final de la película, cuando los humanos también parecen aves. Todos los detalles son de lo mas valioso en esta nueva producción de Fox. Sin embargo, pese a que la traducción al español latino no ha sido nada agraciada, la historia que se retrata y la reflexión que genera sobre algunos temas es de mencionarse también.
Primero y de forma muy evidente da una lección contundente sobre la importancia del cuidado de la naturaleza y de la terrible situación que representa el tráfico de animales. Por situaciones como éstas los ecosistemas se dañan, la riqueza que posee este planeta se va terminando y el equilibrio natural desaparece paulatinamente. Quizá es muy evidente, pero si se considera que es una película para el público infantil (principalmente), parece que la lección quedará aprendida rápidamente.
También muestra una realidad de Brasil: el terrible contraste de sus clases sociales y la manera en la que viven. Se dibuja en Río la vida dividida del país y sus puntos de unión gracias a la música, la fiesta, el carnaval y su riqueza. Algo similar pasa con las aves, aunque son todas muy diferentes, comparten los colores y la música, sin importar su procedencia. Todas en conjunto forman el brillo, igual que la sociedad brasilera.
Por supuesto, también habla sobre el amor: el incondicional que se genera con el tiempo, el trato y la compañía, aunque también muestra el romántico y emocionante, que conlleva enamoramiento y hace que las flores adornen las tardes y el bossa nova suene tan melódico y cursi como siempre lo ha sido.
Por último, y no por ello menos importante, retrata que los sueños siempre se pueden alcanzar, y que la libertad es uno de los más grandes regalos de la vida. Volar ha sido manejado como la expresión máxima de libertad, y aquel que logra hacerlo es porque tiene una mente despejada de ataduras, y eso mismo es lo que se muestra en Río, aves libres aún a pesar de las jaulas, las cadenas, la pobreza o las divisiones.
Esta película es mucho más de lo que parece ser, no es únicamente una cinta divertida y musical, es un recorrido por Brasil, una lección de ecología y un deleite visual. Es una pieza que disfruta cualquiera porque algo en ella es cautivante y mágico.
Se nota que Saldanha la ha trabajado por años, porque tiene un toque que no es completamente americano, es un look que sólo un latino podría darle a una película, es el mood, la forma, la cadencia, lo que conduce a pensar que es una película de otro lugar..., tal vez, de Río.
Ficha técnica
Río, EUA, 2010
Dirección: Carlos Saldanha
Producción (productores): Bruce Anderson, John C. Donkin
Guión: Carlos Saldanha, Don Rhymer, Joshua Sternin, Jeffrey Ventimilia, Sam Harper
Montaje: Harry Hitner
Música: John Powell
Interpretación: Jesse Eisenberg, Anne Hathaway, Jaimie Foxx
Trailer: