En medio de la situación delicada que atraviesa México en los últimos años, en donde el narcotráfico, la violencia y la corrupción invaden el país, se ha ido desarrollando una muy positiva industria cinematográfica, que va dando cabida a un sinnúmero de directores, productores, compañías e historias de distintos cortes y magnitudes. Sin embargo, realmente muy pocas películas logran encajar en la masividad mexicana, ya que la mayoría resultan prejuzgadas y desechadas desde el primer momento. Mucho de este fenómeno se debo al tipo de producciones que se han tenido en los últimos años, en donde los temas son oscuros, dramáticos y deplorables, reflejo del contexto que se respira a diario. Para este tipo de realidades, lo único que quizá necesita el mexicano es un poco de risa y sana diversión, y por tal motivo se refugia en el cine comercial de otros países que le ofrece ventanas a una realidad lejana en donde puede disfrutar sin preocupaciones de la vida en pequeñas dosis de noventa minutos. Pocas son las producciones nacionales que cubren esta necesidad.
Lemon Films se ha caracterizado por hacer "superproducciones" de corte más comercial, con alto impacto en taquilla y con una calidad de manufactura bastante considerable. Además se han ido especializando en cierto tipo de cintas, que básicamente aluden a la acción y las aventuras, siendo punta de lanza en el ámbito nacional al desarrollar este tipo de proyectos.
Así, en medio de este panorama, la nueva película de Beto Gómez (Puños rosas, 2004) es una de las cintas más inesperadas del año y seguramente una de las que marcarán historia en el cine mexicano por su temática, realización y forma: Salvando al soldado Pérez, cuyo título ya de por sí remite a una sátira de la épica de Spielberg, es una hilarante comedia de aventuras, sinónimo de la más pura e inesperada diversión.
A Salvando al soldado Pérez no hay que verla con otros ojos que no sean los del más sencillo entretenimiento, sin pretensiones ni cuestiones rebuscadas. La película sólo quiere distraer, sin vanagloriar el "mal" ni crear falsos héroes, ni traer a la mesa de debate la manera en la que se manejan ciertas cuestiones nacionales. Lo único que busca es regalarle a la audiencia unos cuantos minutos de risas inmersos en un contexto fílmico específico y de dominio público.
La historia gira en torno a la aventura que tiene que emprender Julián Pérez (un rico y poderoso narcotraficante) para buscar a su hermano Juan, que se ha enrolado en el ejército nortemaericano y se ha perdido en Irak. Pero Julián no irá solo a este viaje enconmendado por su madre, sino que lo hará acompañado por un grupo de singulares y emblemáticos expertos.
Esta extraña combinación se antoja como un tipo de mash-up entre Misión Imposible (Mission: Impossible, Brian de Palma, 1996) y Rescatando al Soldado Ryan región 4 (Salve private Ryan, Steven Spielberg, 1998), pero agregando la dosis correcta de gags, explosiones inesperadas y actores perfectos para cada uno de los papeles.
Una de las cosas que mejor sabemos hacer en México, es reírnos de nosotros mismos, y lamentablemente en el cine hacía mucho tiempo que no se veía reflejada esta virtud del mexicano de poder disfrutar y burlarse de sí mismo y de lo que le rodea, hasta que ahora Gómez ha logrado revisionar el papel del narcotráfico para darle una vuelta y convertirlo en un tema con otro matiz: aquí el capo de la mafia mexicana es una víctima y un "antihéroe" que será capaz de enfrentarse a los más terribles peligros -del otro lado del mundo- para salvar a su hermano, mientras se burla de todas las películas épicas de la historia.
Esta cinta ha levantado múltiples críticas y comentarios encontrados, ya que la interpretación más común versa en torno a pensar que el héroe es un narcotraficante rico, detalle que enaltece justo aquello que se está tratando de erradicar en el país. Se puede pensar que el mensaje del film es negativo para la sociedad, sobre todo para ciertos estratos que pueden considerar que ser así es el futuro del país. Tal vez esto no esté muy alejado de la realidad, sin embargo, mirar esta película desde esa perspectiva puede ser peligroso y dañino para una pieza hilarante que sólo debe ser vista desde la óptica de la fantasía y la risa.
En México se aprende riendo, y Salvando al Soldado Pérez es una muestra de ello. Aunado a esto, también toca temas fundamentales para el mexicano y que quedan plasmados en la cinta de manera contudente y simple:
La familia como motivación y móvil principal para el personaje. Nadie hay más importante en la vida de Julián que su madre y su hermano, y por ellos es capaz de atravesar el mundo y pelear, dejando de lado todas sus comodidades e incluso poner en peligro su vida.
En segundo lugar, se refiere a la importancia del trabajo en equipo para la consecución de los objetivos planteados. En este caso, el personaje de Miguel Rodarte no hubiera podido lograr solo su travesía y por ello se apoyó en un equipo que reclutó, basándose en sus cualidades especiales. La unión hace la fuerza y las diferencias sólo ayudan a que se aprovechen mejor las oportunidades.
Al final, no importa que tan mal vaya todo, siempre y cuando se tengan deseos de salir adelante o se esté persiguiendo un objetivo concreto. El secreto está en saber exactamente lo que se está buscando y luchar hasta alcanzarlo sin detenerse.
México está pasando por un momento terrible en cuestiones sociales. La gente tiene miedo a lo que va a suceder mañana, a lo que está pasando en el día a día con la política, la economía y la sociedad, en general. La violencia se ha vuelto parte del entorno cotidiano, pero eso no significa que la gente esté conforme con esta situación. Cada día el miedo invade a más y más gente, y el latido común se torna hacia la desesperación y la ansiedad. Frente a este mal tiempo, buena cara y mucho ánimo, que sólo son posibles de encontrar a través de la risa y el buen humor.
Una producción como Salvando al soldado Pérez es lo que necesita México para reír un rato y recordar que nada puede ser tan malo como para dejar de burlarnos de ello; prueba de esto son las semanas que lleva en cartelera la película, y las que le faltan aún para recordarle a los mexicanos -y al resto del mundo- que mientras sea posible reír de algo, "estamos del otro lado".
Ficha técnica
Salvando al Soldado Pérez, México, 2011
Dirección: Beto Gómez
Producción: Beto Gómez, Alejandro Safa, Anwar Safa, Mariano Men{endez
Guión: Beto Gómez, Francisco Payó González
Fotografía: Daniel Jacobs
Montaje: Mario Sandoval
Interpretación: Miguel Rodarte, Jesús Ochoa, Jaime Camil, Joaquín Cosío, Adal Ramones
Trailer: